domingo, 3 de enero de 2010

Gracias, 2009

Por haberme abierto tantas puertas.
Por haberme ofrecido tantas sensaciones.
Por haberme dado alas.
Por haberme liberado de mis cadenas.
Por haberme iluminado en tantas ocasiones.
Por esas personas y lugares que he conocido y tanto me han aportado.
Por todas esas nuevas experiencias que jamás olvidaré.
Por haber hecho realidad algunos de mis sueños.
Porque esas pocas despedidas, hayan sido en realidad un hasta luego.
Por... ella.

Gracias, 2009.

viernes, 16 de octubre de 2009

Mensaje

Me despierto en mi cama.

Abro los ojos. Oscuridad. Tal vez demasiada incluso para ser de noche, pero reconozco mi habitación perfectamente. No se escucha un solo sonido. Me siento oprimido. Me cuesta incluso respirar.

Entonces me doy cuenta. No puedo moverme. Únicamente los ojos. Veo un atisbo de claridad que entra por la ventana, inferior a la normal.

No tengo tiempo siquiera de preocuparme por mi falta de movilidad. Miro a mi izquierda. Distingo la sombra de una silueta humana, erguida. Mi respiración se corta. Clavo mis ojos en la figura, petrificado. La sombra adquiere gradualmente una luz muy tenue. Es una mujer. Me está mirando con expresión tranquila. No la reconozco. Jamás habia visto ese rostro. Es casi angelical. Eso me aterra.

De repente, como si se hubiera percatado de mi presencia, fija aún más si cabe su mirada en la mia y su expresión cambia radicalmente, de la calma a la ira, y de su interior sale el más desgarrador y estremecedor de los alaridos. Mi corazón se detiene por instantes. Quiero huir, desaparecer, ¿despertar?. En un instante se esfuma por la puerta de mi habitación.

Estoy asustado como nunca. Sigo sin poder moverme. Sigue esa atmosfera opresiva. Intento pronunciar algo, pero de mi garganta solamente sale algo parecido a un gemido sordo.

Tras unos instantes, aparece mi madre por la misma puerta. Se acerca a mí, se arrodilla a mi lado, me abraza. Siento que mi terror se esfuma lentamente, la paz se va haciendo hueco en mi interior.

Mi madre se levanta de nuevo, se da media vuelta y desaparece por la puerta. Me quedo mirando al techo. La mínima cantidad de luz que era capaz de ver termina de fundirse en negro absoluto durante un instante.

Cierro los ojos. Vuelvo a abrirlos. Todo sigue ahí. Pero la luz de la estancia ya tiene la intensidad habitual a estas horas de la noche. Ya puedo moverme.




Nota del autor: Esta experiencia la viví hace un par de noches. No es la primera vez que me ocurre algo así. En ocasiones dudo que se trate de simples sueños o de algo distinto...

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Guitarreando III - Blood and Thunder

He aquí mi humilde y breve versión de "Blood and Thunder" de Mastodon...



Aquí la original... no os riais de mí que aún hay mucho que aprender... xD

domingo, 20 de septiembre de 2009

¿Monotonia?


Septiembre. Vuelta a la realidad, dicen...

Gracioso, ¿no? ¿Acaso fue menos real el Agosto?

Vuelta a los madrugones, vuelta a los vagones atestados de gente con semblante aburrido, vuelta a los atascos y a los cláxones, vuelta al café y el donut mientras hojeamos el periódico en la cafeteria de turno. Vuelta a las tardes lluviosas y grises. Y, por supuesto, vuelta al trabajo.

¿Monotonia? ¿Síndrome post-vacacional?

Me pregunto qué pensarian de este término moderno en la edad media, aunque tal vez no haga falta irse tan atrás en el tiempo. Me pregunto qué deben pensar de esto en ciertos lugares del llamado tercer mundo. Síndrome post-vacacional. Seguro que se troncharian de risa...

¿Es la realidad la que se vuelve tan horrible por el mero hecho de cumplir con una serie de obligaciones que nos den de comer? ¿O somos nosotros los que la cargamos con la culpa para justificar nuestro mermado estado psicológico (a veces incluso físico), incapaces de hacer frente a las dificultades que se nos presentan?

¿Qué pasaria si al despertarnos cada mañana, en lugar de lamentarnos por tener que acudir de nuevo a la oficina, nos alegramos por poder disfrutar de otro dia en esta ínfima región de universo que compartimos y en la que estamos, por el momento, confinados?
Porque aunque ínfima comparada con el universo, es infinita en posibilidades a ojos de un simple ser humano. Y lo que a uno le puede parecer otro dia monótono en su aburrida vida, a otro puede parecerle un novísimo dia lleno de matices, y de sensaciones y experiencias nuevas por aprender.
¿La diferencia entre ambos? La perspectiva. La filosofia.

¿Vale la pena seguir considerando, como muchos hacen, la vida cotidiana como algo insípido y repetitivo?¿Realmente ayuda en algo ese planteamiento?¿Nos va a hacer las cosas más fáciles?

Os diré algo. Me encanta el café por las mañanas. Y amo las tardes grises y lluviosas.

jueves, 27 de agosto de 2009

Guitarreando II

Como últimamente ando escaso de palabras, me expresaré con lo que me motiva en este momento (o al menos lo intentaré :P)







Aprender a tocar un instrumento sin ayuda es bastante difícil, por no decir desesperante en ocasiones. Pero creo que los resultados, aún siendo muy modestos, són aún más reconfortantes ;)

domingo, 9 de agosto de 2009

Ego relativo

“Voy a hablar un poco de mí.

[…]

Sin embargo, cada vez que debo hablar de mí mismo me siento, en cierto modo, confuso. Me veo atrapado por la clásica paradoja que conlleva la proposición: “¿Quién soy?”. Si se tratara de una simple cantidad de información, no habría nadie en este mundo que pudiera aportar más datos que yo. No obstante, al hablar sobre mí, ese yo de quien estoy hablando queda automáticamente limitado, condicionado y empobrecido en manos de otro que soy yo mismo en tanto que narrador –víctima de mi sistema de valores, de mi sensibilidad, de mi capacidad de observación y de otros muchos condicionamientos reales-. En consecuencia, ¿hasta qué punto se ajusta a la verdad el “yo” que retrato? Es algo que me inquieta terriblemente. Es más, me ha preocupado siempre.

Sin embargo, la mayoría de las personas de este mundo no parece sentir ese temor, esa incertidumbre. En cuanto tienen oportunidad hablan de sí mismos con una sinceridad pasmosa. Suelen decir frases del tipo: “Yo parezco tonto de tan franco y sincero como soy”, o “Soy muy sensible y me manejo muy mal en este mundo”, o “Yo leo el pensamiento a la gente”. Pero he visto innumerables veces cómo personas “sensibles” herían sin más los sentimientos ajenos. He visto a personas “francas y sinceras” esgrimir sin darse cuenta las excusas que más les convenían. He visto cómo personas que “le leían el pensamiento a la gente” eran engañadas por los halagos más burdos. Todo ello me lleva a pensar: “¿Qué sabemos, en realidad, de nosotros mismos?”

Cuanto más pienso en ello, más reacio soy a hablar de mí mismo (si es que realmente hay necesidad de hacerlo). Antes prefiero conocer, en mayor o menor medida, hechos objetivos sobre existencias ajenas. Y, basándome en la posición que ocupan tales hechos y personajes individuales en mi interior, o a través del modo en que restablezco mi sentido del equilibrio incluyéndolos, trato de conocerme de la manera más objetiva posible.

[…]

Empecé a tomar una distancia perpetua ante el otro, fuera quien fuese, y a mantenerla mientras estudiaba su actitud. Aprendí a no creerme todo lo que la gente dice. Mis únicas pasiones sin reservas han sido los libros y la música. Y, tal vez como lógica consecuencia de todo ello, me fui convirtiendo en una persona solitaria.”


Haruki Murakami - Sputnik, mi amor

Nota del Autor: He escogido este texto de la novela de Murakami que estoy leyendo actualmente por darse la coincidencia de haber debatido sobre un tema similar recientemente. La visión personal que tiene Murakami al respecto me ha parecido muy acertada.

jueves, 6 de agosto de 2009

Paréntesis

No he abandonado el blog. A alguno habrá podido parecérselo, ya que llevo más de un mes sin escribir...

Pese a haber estado un par de semanas de viaje, imagino que si no he escrito es sencillamente porque, aunque tengo un sinfín de ideas y experiencias en mi cabeza por expresar, cuando encuentro el momento para hacerlo, soy incapaz de ordenarlas y darles una forma comprensible para el que me lea.

Dicen que la inspiración viene muchas veces del dolor interior. Grandes artistas, como Dante, encontraron su inspiración en su sufrimiento personal.

Bien, si esto ocurre conmigo, es en parte bueno. Y de hecho lo es, porque de un año atrás hasta hace unos pocos meses pasé por no pocos momentos de sufrimiento. Aunque eso ya es agua pasada. He conocido más felicidad en los últimos meses que en la mayor parte de mi vida. Tal vez sea por ello que haya perdido deseo de escribir. Nunca llueve a gusto de todos...

De todas formas sigo absorbiendo tantos conocimientos como me es posible, ya sea con la lectura, con la música, con el deporte, o viajando. Y espero poder plasmar esos conocimientos en palabras cuando los tenga bien digeridos y pueda darles forma y color.

Si hoy me he animado a escribir, paradójicamente al tema que queria tratar, ha sido gracias a haber leido las ideas plasmadas de personas que han significado mucho en mi vida. Os doy las gracias.