jueves, 27 de agosto de 2009

Guitarreando II

Como últimamente ando escaso de palabras, me expresaré con lo que me motiva en este momento (o al menos lo intentaré :P)







Aprender a tocar un instrumento sin ayuda es bastante difícil, por no decir desesperante en ocasiones. Pero creo que los resultados, aún siendo muy modestos, són aún más reconfortantes ;)

domingo, 9 de agosto de 2009

Ego relativo

“Voy a hablar un poco de mí.

[…]

Sin embargo, cada vez que debo hablar de mí mismo me siento, en cierto modo, confuso. Me veo atrapado por la clásica paradoja que conlleva la proposición: “¿Quién soy?”. Si se tratara de una simple cantidad de información, no habría nadie en este mundo que pudiera aportar más datos que yo. No obstante, al hablar sobre mí, ese yo de quien estoy hablando queda automáticamente limitado, condicionado y empobrecido en manos de otro que soy yo mismo en tanto que narrador –víctima de mi sistema de valores, de mi sensibilidad, de mi capacidad de observación y de otros muchos condicionamientos reales-. En consecuencia, ¿hasta qué punto se ajusta a la verdad el “yo” que retrato? Es algo que me inquieta terriblemente. Es más, me ha preocupado siempre.

Sin embargo, la mayoría de las personas de este mundo no parece sentir ese temor, esa incertidumbre. En cuanto tienen oportunidad hablan de sí mismos con una sinceridad pasmosa. Suelen decir frases del tipo: “Yo parezco tonto de tan franco y sincero como soy”, o “Soy muy sensible y me manejo muy mal en este mundo”, o “Yo leo el pensamiento a la gente”. Pero he visto innumerables veces cómo personas “sensibles” herían sin más los sentimientos ajenos. He visto a personas “francas y sinceras” esgrimir sin darse cuenta las excusas que más les convenían. He visto cómo personas que “le leían el pensamiento a la gente” eran engañadas por los halagos más burdos. Todo ello me lleva a pensar: “¿Qué sabemos, en realidad, de nosotros mismos?”

Cuanto más pienso en ello, más reacio soy a hablar de mí mismo (si es que realmente hay necesidad de hacerlo). Antes prefiero conocer, en mayor o menor medida, hechos objetivos sobre existencias ajenas. Y, basándome en la posición que ocupan tales hechos y personajes individuales en mi interior, o a través del modo en que restablezco mi sentido del equilibrio incluyéndolos, trato de conocerme de la manera más objetiva posible.

[…]

Empecé a tomar una distancia perpetua ante el otro, fuera quien fuese, y a mantenerla mientras estudiaba su actitud. Aprendí a no creerme todo lo que la gente dice. Mis únicas pasiones sin reservas han sido los libros y la música. Y, tal vez como lógica consecuencia de todo ello, me fui convirtiendo en una persona solitaria.”


Haruki Murakami - Sputnik, mi amor

Nota del Autor: He escogido este texto de la novela de Murakami que estoy leyendo actualmente por darse la coincidencia de haber debatido sobre un tema similar recientemente. La visión personal que tiene Murakami al respecto me ha parecido muy acertada.

jueves, 6 de agosto de 2009

Paréntesis

No he abandonado el blog. A alguno habrá podido parecérselo, ya que llevo más de un mes sin escribir...

Pese a haber estado un par de semanas de viaje, imagino que si no he escrito es sencillamente porque, aunque tengo un sinfín de ideas y experiencias en mi cabeza por expresar, cuando encuentro el momento para hacerlo, soy incapaz de ordenarlas y darles una forma comprensible para el que me lea.

Dicen que la inspiración viene muchas veces del dolor interior. Grandes artistas, como Dante, encontraron su inspiración en su sufrimiento personal.

Bien, si esto ocurre conmigo, es en parte bueno. Y de hecho lo es, porque de un año atrás hasta hace unos pocos meses pasé por no pocos momentos de sufrimiento. Aunque eso ya es agua pasada. He conocido más felicidad en los últimos meses que en la mayor parte de mi vida. Tal vez sea por ello que haya perdido deseo de escribir. Nunca llueve a gusto de todos...

De todas formas sigo absorbiendo tantos conocimientos como me es posible, ya sea con la lectura, con la música, con el deporte, o viajando. Y espero poder plasmar esos conocimientos en palabras cuando los tenga bien digeridos y pueda darles forma y color.

Si hoy me he animado a escribir, paradójicamente al tema que queria tratar, ha sido gracias a haber leido las ideas plasmadas de personas que han significado mucho en mi vida. Os doy las gracias.