domingo, 10 de mayo de 2009

Destello


Apareces de la nada, caes del cielo y te sostengo en mis brazos...

Hechizas cada uno de mis sentidos, pues entumecidos se encontraban tras largo tiempo de dolor. Pero ahora conocen la belleza en toda su forma y extensión.
Vuelven a ver la vida, a escuchar un suspiro, a saborear lo desconocido, a olisquear la brisa... a rozar la felicidad con la punta de los dedos...

Tan cálida como un susurro, tan suavemente te deslizas por la cortinilla de mi vida... que sin darme cuenta ya me has robado el corazón y el alma... y no me importa, porque nunca antes alguien los trató con semejante ternura.

Despliegas de nuevo tus alas y vuelas... allá de donde sea que viniste a encontrarme.

Te sigo con la vista hasta que desapareces. Algo frio se clava en mi mejilla... ¿una gota de lluvia?
Otra más... débil... muy débil... ni siquiera la lluvia tiene fuerzas para caer.
Me quedo contemplando el cielo de la noche hasta que tomo consciencia de mí mismo de nuevo.

Ya no estás... mas tus palabras siguen llegando a mis oidos. Palabras que me guiarán de nuevo a tu lado antes o despues. De eso no tengo duda.



Porque ahora lo sé, tú eres lo que siempre he estado buscando.
Y dejando de buscar, te he encontrado.

2 comentarios:

  1. Aquest text emana felicitat.

    Enhorabona, sempre és un pas endevant conseguir saber el que vols, cosa que per norma general la humanitat encara no ha descobert i per contra és la seva naturalesa i el què fà que faci nous descobriments.

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  2. nene como se nota la inspiración de la oriental...felicidades!

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