sábado, 24 de enero de 2009

Mirar atrás? (publicación original 21/08/08)

Ha habido momentos en mi vida en los que he dudado entre mirar atrás, recapitular sobre todo lo vivido en los últimos tiempos, intentar recuperar personas, hechos o cosas perdidos, o simplemente olvidarlo todo y seguir adelante con lo que tenia en ese momento. Dejar unos estudios o un trabajo, perder una pareja, son motivos que pueden impulsar a cualquiera a sentirse en esa misma situación.
En un momento así, doloroso o traumático en mayor o menor medida, creo que ninguna decisión deberia tomarse con la simple intención de aliviar el dolor que se siente en ese momento. El dolor es un sentimiento que nos avisa de algo que va mal para que tomemos medidas para solucionarlo, pero nunca deberiamos tomar decisiones importantes condicionados por ese mismo dolor. Por desgracia, las sensaciones de felicidad suelen durar poco aunque la causa que las produce persista con el tiempo, pero el dolor va a seguir ahí mientras exista la causa que lo produce, y a veces incluso aunque esa causa desaparezca.
El problema de tomar una decisión con la intención de aliviar un dolor o malestar, puede resultar a corto plazo, pero tal vez pasado un tiempo nos demos cuenta de que fue una decisión tomada en caliente y que no fue la mejor opción, o no al menos la que hubieramos tomado despues de haber meditado sobre el mismo problema pasado un tiempo.
He tomado algunas decisiones de este tipo en mi vida y algunas, tal vez demasiadas de ellas, en caliente, seguramente debido a falta de experiencia o inmadurez. Con el tiempo he aprendido que no todo lo que deseamos es lo que más felices nos hará a largo plazo ni que todos nuestros arrepentimientos o malestares van a perseguirnos durante el resto de nuestras vidas.
Aunque cueste, siempre se está a tiempo de hacer borrón y cuenta nueva, de dedicarle tiempo a aficiones que teniamos olvidadas o que simplemente, no disponiamos de tiempo para dedicarles. Siempre se está a tiempo de recuperar una amistad, porque los amores van y vienen, pero las amistades pueden perdurar para siempre.
Por eso, a tí que me estás leyendo, te digo, que cuando algo te produzca dolor, malestar o arrepentimiento, vacies tu mente de esa causa. Aléjate de la ciudad, vete a la playa o a la cima de una montaña, dedica tiempo a algo que te relaje o te llene. Pasado un tiempo, reflexiona de nuevo sobre la causa de ese dolor. ¿Habias tomado medidas para solucionarlo? De ser así, ¿cuales? tal vez no fueron las mejores, pero siempre estás a tiempo de cambiarlas. Y si no habias tomado ninguna... ahora es el momento. El futuro no va a traerte la solución por si solo.
Todos tenemos el derecho como seres humanos a disfrutar de la vida que tenemos. Si tú disfrutas plenamente la tuya, te doy mi enhorabuena. Si no es así, te animo a que lo consigas.

2 comentarios:

  1. Estaba releyendo tu blog...y leyendo este post me siento muy indentificada en el momento que estoy ahora mismo. Lo del malestar, lo de tomar decisiones, lo de pensar luego si hemos tomado la decisión acertada. Todo en post de la felicidad esa que no sabes si realmente vas a conseguir. Me alegro que compartas tus reflexiones. A mi me ayuda mucho leer a los demás.
    Un beso

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  2. Si te sirve de algo, esa entrada la redacté a mediados de agosto tal como he puesto, justo después de dejarlo con mi ex novia (a la que por cierto conociste ;P).

    Dicen que la inspiración suele alimentarse a su vez de experiencias agradables o dolorosas. Desgraciadamente para mí suele ser lo segundo, aunque en parte me ayuda a hacer auto reflexión para superar mis problemas.

    Gracias por dedicarme un ratito ^^

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